He de confesar públicamente... que soy una fiel espectadora de Super Nanny.
Me divierte ver a esos niños que chantajean de una forma extremadamente sutil a los adultos, que los vuelven locos y los manejan.
Me divierte ver a estas pequeñas bestias poderosas.
Me apasiona la libertad que tiene un niño para coger una rabieta y romper cosas. Y los envidio ¡Ea! porque si yo me mosqueo no puedo hacer más que tragarme mi propia bilis y no puedo poner cara de penita y dejar que los demás tomen mis decisiones por mi (a las niñas les cuela, a las mujeres no).
Yo quiero volver a la infancia, quiero ser poderosa y manipuladora (más). Y quiero ser la reina de la casa y que se me obedezca .
Lo malo de ser una persona (más o menos) alegre, es que cuando tienes el día "tonto", todo el mundo se asusta y se te nota hasta en el flequillo mustio y nadie tiene mejor frase que el común "Anímate, mujer".
¡Qué frase más idiota!¡Hombrecoñoya! ¡¡Que no me da la gana!!
Y así paso el día entre gimoteos de "Nadie me quiere", "Nadie me llama", "Nadie me manda un correo electrónico", "El blog no se actualiza solo", "El Power Point me odia", "¡Ay! Qué sola estoy", drama y dolor (Sniff-sniff).
Ya en casa me flagelo un poquito golpeándome contra los tabiques y me pongo la música más triste que encuentro, que en este caso puede ser María Dolores Pradera.
Tras un rato de autocompasión, he pensado en Ángel Cristo y en que su vida es más triste y además es más bajito... Y, ale, ya estoy mejor...¡Mucho mejor!
A mi estos días me parecen la mar de útiles, sobre todo para ser consciente de lo imbécil que se puede llegar a ser y de cuánto me gusta quejarme (¡Afú!).
Lo bueno que tienen los malos ratos es que se acaban. Y lo malo los dagnificados que voy dejando. El que mas sufre estos arranques es mi querido Norteño (y futuro esposo)
El pobre se enfrenta a teorías aplastantes tales como;
¡¡Todos los hombres son iguales: raros!! le decía esta mañana ella, toda irritada porque su me había llamado para preguntarme "qué hacía".
Cuando no me llama, es porque no le preocupo (sniff sniff)
Si me llama, es un plasta y no sabe hacer nada solo.
Si me hace regalos es porque quiere algo.
Si no me los hace, no es detallista (sniff sniff).
Si " me saca" a pasear como un perrillo es porque en casa se aburre contigo.
Si no me saca es que no le apetece hacer cosas contigo.
Si no está contigo SEGURO que está con otra.
El fútbol es un sustituto del sexo. Y el jamón, el vino, la tortilla y la Play Station (...)
Si come un bocadillo es que no sabe ni freír un huevo.
Si se come los huevos, ¡¡Dios mío!! querías cenar tortilla.
Y aun así, sabiendo como sabe todas mis malas costumbres, y mis grandes defectos... el valiente va y se casa conmigo!!!
LO DICHO; ¡¡Todos los hombres son iguales: raros!!
Me divierte ver a esos niños que chantajean de una forma extremadamente sutil a los adultos, que los vuelven locos y los manejan.
Me divierte ver a estas pequeñas bestias poderosas.
Me apasiona la libertad que tiene un niño para coger una rabieta y romper cosas. Y los envidio ¡Ea! porque si yo me mosqueo no puedo hacer más que tragarme mi propia bilis y no puedo poner cara de penita y dejar que los demás tomen mis decisiones por mi (a las niñas les cuela, a las mujeres no).
Yo quiero volver a la infancia, quiero ser poderosa y manipuladora (más). Y quiero ser la reina de la casa y que se me obedezca .
Lo malo de ser una persona (más o menos) alegre, es que cuando tienes el día "tonto", todo el mundo se asusta y se te nota hasta en el flequillo mustio y nadie tiene mejor frase que el común "Anímate, mujer".
¡Qué frase más idiota!¡Hombrecoñoya! ¡¡Que no me da la gana!!
Y así paso el día entre gimoteos de "Nadie me quiere", "Nadie me llama", "Nadie me manda un correo electrónico", "El blog no se actualiza solo", "El Power Point me odia", "¡Ay! Qué sola estoy", drama y dolor (Sniff-sniff).
Ya en casa me flagelo un poquito golpeándome contra los tabiques y me pongo la música más triste que encuentro, que en este caso puede ser María Dolores Pradera.
Tras un rato de autocompasión, he pensado en Ángel Cristo y en que su vida es más triste y además es más bajito... Y, ale, ya estoy mejor...¡Mucho mejor!
A mi estos días me parecen la mar de útiles, sobre todo para ser consciente de lo imbécil que se puede llegar a ser y de cuánto me gusta quejarme (¡Afú!).
Lo bueno que tienen los malos ratos es que se acaban. Y lo malo los dagnificados que voy dejando. El que mas sufre estos arranques es mi querido Norteño (y futuro esposo)
El pobre se enfrenta a teorías aplastantes tales como;
¡¡Todos los hombres son iguales: raros!! le decía esta mañana ella, toda irritada porque su me había llamado para preguntarme "qué hacía".
Cuando no me llama, es porque no le preocupo (sniff sniff)
Si me llama, es un plasta y no sabe hacer nada solo.
Si me hace regalos es porque quiere algo.
Si no me los hace, no es detallista (sniff sniff).
Si " me saca" a pasear como un perrillo es porque en casa se aburre contigo.
Si no me saca es que no le apetece hacer cosas contigo.
Si no está contigo SEGURO que está con otra.
El fútbol es un sustituto del sexo. Y el jamón, el vino, la tortilla y la Play Station (...)
Si come un bocadillo es que no sabe ni freír un huevo.
Si se come los huevos, ¡¡Dios mío!! querías cenar tortilla.
Y aun así, sabiendo como sabe todas mis malas costumbres, y mis grandes defectos... el valiente va y se casa conmigo!!!
LO DICHO; ¡¡Todos los hombres son iguales: raros!!
